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bipolar
Historia de un 
asesino

Capitulo 1

 

En la peculiar Mokinhan, a lo largo de su historia, han acontecido sucesos extraños que ninguno de los detectives de la ciudad ha podido resolver, sin embargo, ha pasado el tiempo, y los asesinatos no volvieron a ser un problema en la ciudad, hasta ahora.

Una tarde los detectives Derek Cooper y Donna Jones, quienes eran nuevos en aquella ciudad, y habían sido contratados por el detective Boris, ya que la ciudad se encontraba en constante incertidumbre debido a los asesinatos no resueltos, se hallaban revisando las investigaciones antiguas de la ciudad, pues estos dos personajes eran muy perspicaces y no podían pasar por inadvertidos aquellos casos que aterraban a los ciudadanos día a día. 

 

Horas más tarde, a la oficina, llegó el general Kurt con una noticia que nadie podía haber imaginado, un asesinato nuevo había ocurrido en la calle Safur la noche anterior, pero esta vez, había algo que se diferenciaba mucho de los sucesos pasados, debido a que este contaba con una clave especial, un As de picas. Los detectives no entendían cuál era la finalidad de aquella pista, y se les hacía extraño que la manera en la que habían aniquilado aquella persona en esa calle fuera tan diferente a la que se solía ver con los otros casos que habían estado revisando.

 

Sí, se trataba de un nuevo asesino que había llegado a la ciudad, ya fuera a vengar la desaparición del primero, o a seguir atormentando a Mokinhan y sus ciudadanos, al parecer, no quería que esta pesadilla acabara. Los detectives sorprendidos por aquella noticia decidieron ir a ver la escena del crimen, en esta se encontraba la pista de la que Kurt les había hablado, y además una profunda cortadura en la garganta del fallecido al parecer con un arma punzante. Los detectives al ver esto, sorprendidos decidieron abrir de nuevo el caso.

 

Después de varias horas e investigar sobre lo que había sucedido aquella noche, los detectives no conseguían descifrar quién podría ser el delincuente. Esa noche, la detective Donna decidió tomar un descanso mientras Cooper seguía recolectando información para el caso. De repente, la detective Jones llega con la terrible noticia de que había ocurrido otro episodio, cerca de la calle Safur, de inmediato, ambos salieron en el carro porque probablemente, el asesino podía vivir en esa zona de la ciudad, al llegar, encontraron a una señora con la misma cortadura en el cuello y la misma pista, el As de picas, esta vez, como si lo hubieran puesto sigilosamente en su mano dando  a entender que él o ella había venido para quedarse. Derek no podía creerlo, y no entendía cuál era la razón del asesino, y por qué tenía que seguir atormentando a la ciudad de esa manera. Cuando Derek volteó para buscar a Donna, esta ya no se encontraba allí, la llamo a su celular pero tampoco daba respuesta alguna, Derek decidió irse, aunque sentía que algo andaba mal.

 

Cuando llegó a la oficina, Donna se encontraba sentada en la silla de su escritorio, Derek le preguntó por qué se había ido de repente de la escena, y ella sólo le respondió que se sentía mal y que tenía la necesidad de alejarse de ese lugar, en ese instante Derek comprendió y sólo se rió por haber pensado algo que no era en el momento en el que ella se fue. Esa noche Cooper y Jones terminaron el trabajo y se fueron a sus casas para comenzar al otro día con las entrevistas a los sospechosos.

 

Esa mañana en Mokinhan fue la más fría de la historia, ya que por lo general todas eran muy calurosas, ese día había caído una tormenta y el día se encontraba lo bastante nublado como para que nadie saliera de sus casas, era un lunes 20 de enero, y Cooper y Jones se encontraban de nuevo en su oficina investigando sobre los dos asesinatos, Cooper tuvo en cuenta que en la cuadra de la calle Safur vivía un señor de unos 50 años llamado Edmond Schulz, quien atormentaba constantemente a los vecinos con sus comportamientos extraños hacia ellos, así que optó por tomarlo como uno de los sospechosos del caso, pues este padecía una enfermedad psicológica y además se decía que tenía una pasión por los juegos de cartas, ya que mantenía haciendo apuestas. Ese día ambos detectives fueron a la casa del señor Schulz, este se encontraba algo nervioso y ansioso, les abrió la puerta y los dejó pasar para luego sentarse en su sala, Donna empezó a cuestionarlo, preguntadole qué se encontraba haciendo la noche de ambos asesinatos, y este solo respondía cosas incoherentes, Cooper seguía registrando toda la entrevista con su grabadora, hasta que de repente ve una baraja de cartas en una mesa de la sala y le pregunta por qué las tiene, Edmond les responde que siempre le ha gustado apostar, y al segundo siguiente se altera y empieza a gritar que él no fue el culpable. Cooper y Jones se miran y asientan con la cabeza, en ese instante esposan a Edmond Schulz, identificado como sospechoso y culpable.

 

Los detectives con un alivio de por medio llegan a la oficina satisfechos de lo que habían descubierto, pues sabían que le iban a dar calma otra vez a los ciudadanos, lo que no sospechaban era lo que pasaría luego esa misma noche. Horas más tarde Derek decidió volver a su casa ya que había estado trabajando arduamente en los casos y quería descansar un poco, por otra parte Donna, se quedó organizando papeleo sobre el caso de Edmond Schulz. Ya era media noche y Donna bajó al sótano en donde tenían a Edmond para preguntarle un par de cosas que necesitaba saber para dar el caso por terminado. Boris, el jefe se encontraba en su oficina cuando escuchó unos ruidos que provenían del sótano, y luego escuchó un grito, así que rápidamente bajó a ver qué era lo que estaba pasando, Donna estaba con las manos en la boca y asustada, Boris le preguntó qué había pasado  y la detective Jones le señaló a el señor Edmond Schulz, quien se encontraba en el suelo sangrando, y con nada más y nada menos que un As de picas, Boris al instante sostuvo a Donna de los brazos y le preguntó de manera fuerte qué era lo que había pasado y ella le respondió que sólo había bajado para hacerle unas preguntas finales y cuando llegó él ya estaba así, Boris no lo podía creer, y no entendía como en un segundo había pasado todo y la detective no se había dado cuenta de quién había sido, así que, así es, Edmond Schulz era inocente, y había sido juzgado por una enfermedad y una simple adicción a las apuestas.

 

Boris quedó pensativo esa noche, revisaron junto con los guardas las cámaras del lugar pero estas habían sido bloqueadas, así que nadie pudo descifrar exactamente lo que había pasado en aquel sótano. Sin embargo, Boris empezaba a sospechar sobre los comportamientos que había tenido últimamente la detective Jones, pues se iba de las escenas del crimen sin avisar y además se quedaba hasta muy tarde revisando papeleo, algo que él nunca le pedía a los detectives, aunque Boris no tenía pruebas de sus sospechas, esta vez iba a estar más atento a aquellos comportamientos.

 

Al día siguiente, Derek y Donna llegaron a la oficina y como solían hacerlo, pidieron un café latte para ambos, en ese instante llegó Boris y llamó a Derek, pues quería hablar sobre lo que había pasado la noche anterior y sobre Donna. Boris le comentó a Derek sobre la situación y le advertía que tenía sospechas acerca de la detective, pues últimamente estaba teniendo comportamientos inusuales, Cooper lo miró sorprendido y comentó que sólo era por la tensión que todas estas muertes causaban, que además el estaba el tiempo suficiente con ella como para saber si estaba haciendo algo extraño, sin embargo recordó aquella vez que se fue de la escena del crimen, aquel día cuando la vio en la oficina se miraba un poco extraña y con comportamientos ansiosos. Boris sólo le advirtió a Derek que tuviera cuidado y que la vigilara de cerca, que a estas alturas no se podía confiar en nadie.

 

Después de estos terribles sucesos, no se volvió a presentar algún caso de asesinato, sin embargo los detectives tampoco habían podido descubrir quien había sido el responsable, se encontraban agotados de investigar día a día y no dar con el paradero del sospechoso. 

 

Una tarde, Cooper le pidió a Jones que fuera por un café, pues se encontraba agotado, así que esta salió de inmediato, pasaron las horas y Jones no llegaba a la oficina, así que Cooper decidió salir a buscarla, pues se le hacía raro ya que la tienda sólo quedaba a dos cuadras de la oficina. Ya afuera, Cooper marcó a su celular y Donna no respondía, así que fue al café, y justo cuando iba a entrar al local encuentra a la detective Jones con alguien que jamás habría imaginado.

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